El niño es el centro, se trata de crear con elementos y juguetes muy naturales, con colores alegres y divertidos un ambiente minimalista, ordenado y limpio para que sea más fácil experimentar y explorar, el juguete, rincón o plaza favorece el juego imaginativo y el ejercicio físico, fomentando el desarrollo sensorial y de motricidad gruesa y fina.
Son juegos llenos de posibilidades que los niños convierten en un sin fin de cosas diferentes. Sin pilas, luces ni sonidos electrónicos, activan muchísimo la imaginación porque dependen de la interpretación y uso que cada niño le quiera dar en cada momento.